Posiblemente, si te dedicas al mundo del marketing o del blogging habrás oído hablar sobre la Tasa Google, pero… ¿Sabes cómo afecta realmente a las empresas tecnológicas españolas?
La denominada Tasa Google es un impuesto que obliga a pagar a los servicios y medios por mostrar publicidad. Su proyecto fue aprobado este pasado 19 de enero por el Consejo de Ministros del Gobierno de España.
Se trata de una tasa impositiva dirigida a grandes empresas digitales como Amazon o Google, de ahí el nombre de Tasa Google. Junto a esta, la Tasa Robin también ha sido aprobada, y con las dos se espera recaudar cerca de 2050 millones de euros en los presupuestos próximos.
La Tasa Google afecta directamente a las grandes multinacionales tecnológicas, a las que tienen una facturación superior de 750 millones y mayor de 3 millones en nuestro país.
Estas empresas tendrán que pagar una tasa impositiva del 3% en lo referente a los servicios de publicidad online, servicios de intermediación y la venta de datos que se generan a partir de información que proporciona el usuario durante el uso de Internet. Es decir, la tasa Google no afecta a una página web que venda productos online, por ejemplo, sino que influirá en aquellas plataformas que almacene información y datos de los usuarios y que, además, vendan estos datos y ofrezcan servicios de publicidad.
¿Para qué sirve la tasa Google?
La aplicación de la tasa Google se dirige a obligar el tributo de las empresas donde generen beneficios. Se esperan que unos 1.200 millones de euros se recauden y que se incluyan en los Presupuestos Generales del Estado.
Las empresas tecnológicas suelen disponer de sus beneficios en los países de Europa donde tributan menos, un truco con el que se ahorran mucho dinero, por lo tanto se ahorran todo el capital que les cuesta tributar en todos los países en los que trabajan y que suelen tener unos impuestos más altos. La intención es que España obtenga beneficios de esos impuestos por las operaciones de estos negocios digitales que trabajan en el país.
¿A quién se dirige la tasa Google?
La tasa Google va dirigida a los medios digitales que contienen publicidad segmentada. Esta publicidad se encarga de clasificar a los usuarios en función de sus preferencias y gustos, datos que consiguen a través de las cookies, para después vender la publicidad dedicada a estos segmentos.

Al final, las empresas que pagarán son las empresas tecnológicas dedicadas a vender publicidad como Google o Amazon, y servicios que venden los datos y anuncios como Cabify, Uber, Booking o Airbnb. En cambio, las empresas que solo se dedican a vender productos online no quedarían afectadas por la imposición de la tasa, como El Corte Inglés o Zara.
Esto fue explicado a principios de año por Isabel Celaá, portavoz del Gobierno de España, después del Consejo de Ministros:
«Se grava la publicidad dirigida, un servicio de publicidad que haya estudiado los gustos del consumidor, no una página web de ventas como la del El Corte Inglés o Zara»
¿Qué sucederá a partir de ahora?
Lo que hizo el Consejo de Ministros hace unos días fue aprobar el anteproyecto de ley de esta nueva tasa, que junto a la Tasa Robin -dirigida a las operaciones bursátiles- tienen la expectativa de recaudar cerca de 2050 millones de euros.
En cambio, estas tasas aún requieren la aprobación del Congreso y el Senado, por lo que aún queda un tiempo hasta que sean aprobadas definitivamente. El paso primordial es el de conseguir que se apruebe su aplicación en el Congreso, donde deben ser apoyadas por la mayoría de los partidos políticos.
Normalmente, estos proyectos de ley tardan alrededor de seis meses en ser aprobados, a no ser que su tramitación se realice con carácter urgente, algo para lo que el PSOE requerirá el apoyo de Ciudadanos y del PP.
Hay que tener en cuenta que este proyecto lleva gestionándose desde el gobierno anterior, en el que se hablaba de imponer un impuesto del 3% en la facturación de los medios digitales.