La opción de pagar en metálico podría desaparecer en un futuro próximo. Los pagos con tarjeta están ya muy por encima y últimamente varias entidades financieras han detectado que ha crecido considerablemente el pago a través del contactless y a través del teléfono móvil. Pero ¿qué pasará cuando llegue el pago biométrico facial?
¿Qué es el pago biométrico facial?
El lector biométrico facial es el sistema de reconocimiento facial más novedoso y también más seguro porque utiliza los puntos biométricos del rostro para identificar a un individuo. Es decir, la cámara detecta una serie de puntos de la cara y almacena esa información. Cuando esa persona se pone de nuevo ante la cámara, vuelve a hacer una lectura del rostro, compara esos nuevos datos con los que tenía almacenados y detecta si es la misma persona o no.
Con este sistema de reconocimiento facial se podrán realizar pagos sin necesidad de sacar dinero, tarjetas o el móvil.
¿Cómo funciona este método de pago?

En China ya es posible pagar el metro utilizando este método y ahora en Madrid se ha puesto en marcha un proyecto piloto para los autobuses de la EMT. Para poder realizar un pago utilizando este nuevo método será necesario registrarse en una app. Después, una cámara instalada en el autobús reconocerá la cara y cargará el importe en la cuenta bancaria vinculada a ese rostro.
El sistema es muy sencillo, solo se necesita una cuenta de correo eléctrónico, los datos bancarios y un selfie que se utilizará para el reconocimiento facial. El objetivo es que el proceso de pago llegue a ser instantáneo y que el sistema sea capaz de reconocer el rostro y cargar el importe en la cuenta de una forma muy rápida. Ahora mismo está en fase de pruebas y el reconocimiento puede tardar un par de segundos si el usuario está en la posición correcta, pero mucho más si por algún motivo no lo está.
¿Será el método de pago del futuro?
La prueba piloto en los autobuses de la EMT es solo el principio de lo que podría ser un nuevo y revolucionario método de pago. De hecho, hay otros lugares donde también han querido probar con el pago biométrico facial. La cadena Viena ha instalado en el establecimiento de Avenida Diagonal, 405 de Barcelona este sistema. Por el momento estará disponible solo entre el 16 de septiembre y el 10 de noviembre de este año. También en Ciudad BBVA admiten este sistema de pago, aunque solo pueden utilizarlo los empleados.
La idea es que en algún momento también se pueda pagar en supermercados y restaurantes de esta manera. Incluso se pretende que al salir de una tienda el sistema sea capaz de detectar los productos y mediante el reconocimiento facial se cargue el importe automáticamente en la cuenta asociada.
¿Y qué pasa con las fotos?

El sistema no recogerá imágenes en ningún momento. Ni en los autobuses de Madrid ni en los establecimientos que se instale este método de pago el sistema hará foto y la almacenará. Y aunque aún está todo por ver, porque ahora mismo es un programa piloto, la intención es que el sistema final tampoco guarde la imagen inicial o la de registro. Cada usuario tendrá un token o código individual asignado a esa imagen para que la base de datos no tenga imágenes. Así se asegurará un poco más la protección de datos.
Con todo esto parece que para el pago en metálico ha empezado la cuenta atrás. Pero ¿es seguro confiarle absolutamente todo a la tecnología? ¿O se seguirá conservando el método tradicional por si en algún momento todo falla?