España es uno de los países con los precios más altos de luz: en los últimos 16 años, ha subido más de un 92%. ¿A qué se debe? ¿Por qué los españoles temblamos cada vez que asoma en el buzón la carta con la factura de la luz? Vamos a explicar de forma accesible cómo se calcula el precio de la electricidad y cuáles son los elementos que puedes controlar de la factura para ahorrar en luz.
Más aún ahora que parece que el coche eléctrico comienza a estar más presente en los hogares. Ten en cuenta que la carga de estos vehículos depende únicamente de la corriente eléctrica, por lo que se va a incrementar el consumo, la demanda y, consecuentemente, el precio.
La mayor contradicción reside en que España es uno de los países con más recursos naturales y renovables para producir electricidad. ¿Son las compañías eléctricas los demonios que tenemos que combatir?
Cómo se calcula el precio de la electricidad
Coge una factura de luz cualquiera. Observarás cuatro partidas: la potencia contratada, el consumo, los impuestos y tasas y el IVA .
Para dar respuesta a todas esas interrogantes, vamos a explicar, punto por punto, cómo se calcula el precio de la luz en España, pues es diferente en cada estado europeo.

Tasas e IVA en el precio de la electricidad
Se dice que el causante de que la factura de la luz sea tan alta para los ciudadanos y las industrias se debe a todas las tasas que la gravan y al IVA que repercute. Esto es mitad falso y mitad no.
En España, a diferencia de otros estados de la Unión Europea, el nivel de tasas que se aplican a la electricidad es uno de los más bajos de los 27. Si tomas una factura, identifica un 5% de la potencia contratada: esa es la tasa que cobra el Gobierno por eliminar el carbón de su pull eléctrico, y que se mantiene fija en el tiempo.
Ahora bien, en cuanto al IVA, sí está detrás de esas astronómicas cifras de gasto en electricidad de los hogares españoles. Aquí, la luz tiene un impuesto sobre el valor añadido del 21% -en países como Reino Unido, este impuesto es del 5%-. Esto significa que aumenta un quito su valor original, y esta cuantía va directa al Gobierno estatal o autonómico.
¿Existe esperanza de que se baje el IVA de la luz? Dado que es un ingreso elevado recurrente para las administraciones, se antoja improbable.
Las compañías comercializadoras y distribuidoras, como la banca, siempre ganan
Las compañías eléctricas españolas son las que más margen consiguen en toda Europa, a costa de sufragar los costes de producción, transporte, y, en muchos casos, también suministro.
De hecho, el actual sistema de precios de la luz perjudica a aquellos que menos consumen. ¿Por qué, si debería ser al revés? En efecto, la lógica dice que los que más consumen, más pagan; sin embargo, en términos proporcionales y comparables, el perjuicio para quien no supera el consumo respecto al gasto de mantenimiento, es mayor para los menos demandantes.
La potencia contratada
Este término hace referencia al máximo de potencia que puedes consumir simultáneamente. La estimación habitual para viviendas es de 3400 kW. En aquellas situaciones en las que se consume más de lo contratado, y según cada tarifa y ofertas de electricidad, se provocan los saltos de chivatos.
El tramo de la potencia contratada es un fijo que establece el Gobierno, y se paga todos los meses, aun cuando pases la mitad del año fuera de la vivienda.
El consumo
El consumo es la única variable del cálculo del precio de la luz que depende del usuario. El precio del kW/h viene marcado por contrato, y lo establecen las empresas eléctricas. De hecho, es bastante habitual que el consumo sea menor que la potencia contratada.
El precio del kW/h
Este es el segundo de los datos que ofrecen las empresas en sus tarifas y promociones. Este precio se calcula mediante dos fórmulas: acudir al mercado libre de electricidad o contratar la luz en el mercado regulado.
El precio libre de la electricidad se lleva a subasta, donde son las compañías quienes hacen las ofertas para importarlas en España. En cambio, cuando se utiliza como referencia el mercado regulado, el precio fluctúa más.

Es más, el precio real de lo que cuesta a cualquier ciudadano el kWh depende directamente del origen de la electricidad (el carbón es una energía cara y contaminante; la nuclear es escasa, y por lo tanto, no ayuda a bajar el precio de comercialización; y las renovables, las más económicas, y en las que España es más rica, apenas están desarrolladas).
Las tarifas planas en electricidad
Desde el último lustro, han aflorado opciones de contratación de tarifa plana para luz (y gas) que ofrecen saber qué pagas todos los meses de potencia contratada. Este tipo de promociones son adecuadas para pymes, pero no para personas físicas.
La mayor precaución que vas a necesitar es calibrar cuál es la potencia que debes contratar y cómo ahorrar el consumo.
Consumidores vs compañías eléctricas
En todo este aluvión de factores, nomenclaturas, cálculos y subastas, se ha establecido una batalla argumental entre las eléctricas y las asociaciones de consumidores. Unos y otros utilizan argumentos que son veraces en una parte, pero no en toda su extensión y significado.
Las asociaciones ponen el foco en que las compañías utilizan la ley a su antojo para cobrar más al ciudadano; como respuesta, las compañías circunscriben la menor dependencia actual de renovables a la falta de lluvias, el clima extremo que parece se va asentando, o el escaso compromiso estatal para con las renovables.
El precio de la luz en España respecto al resto de países
En el último año registrado (de 2017 a 2018), el incremento de precios en la luz supuso un 13,8% que los españoles han pagado por la electricidad consumida, según la oficina europea de estadística, Eurostat. Esto nos deja con las siguientes estadísticas: en términos absolutos, somos el quinto país más caro en precio de la electricidad; en relación al poder adquisitivo, el tercero con la electricidad más cara.
Energías renovables o cómo ahorrar en el coste de la luz a los ciudadanos
Hemos visto cómo, dentro de todos los factores que influye en que aumento o disminuya el precio de la luz, el origen de la energía es determinante.
Las empresas que gestionan los métodos de producción y transporte de la energía limitan el desarrollo de las renovables con argumentos falaces como la escasez de lluvia o la ausencia de viento.
Existen dos casos paradigmáticos de cómo, si se dotan de infraestructuras y se fomenta su generación y uso, la factura eléctrica (de los hogares, y las Administraciones), se reduce.
El primero de estos ejemplos es nacional. Durante una prueba controlada de 18 días de febrero de 2018, la isla canaria de El Hierro, consumió únicamente energía de origen renovable. ¡Alimentaron su red eléctrica solo de energía hidroeólica!
La segunda muestra, la estableció Escocia, con una prueba de consumo durante todo un mes, en el que el 58% del total tenía origen renovable.
Esperamos que, una vez leído el texto, seas capaz de comprender un poco mejor tu factura y dónde puedes meter el cuchillo para ahorrar en la luz.