¿Tiene algo que ver el confinamiento con las heladas en España?

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El 2021 ha llegado cargado de sorpresas. Al igual que en el 2020, la crisis sanitaria por el coronavirus continúa afectando a nuestro país, incluso con más intensidad que durante la primera ola de la pandemia. A esto se le suman las heladas en España que nos han azotado en lo que va del primer mes del año. En nuestro artículo de hoy te contamos si el confinamiento a causa de la Covid-19 ha sido el responsable de los fenómenos climáticos que estamos experimentando.

Heladas en España, ¿producto del confinamiento?

El 2020 se consideró, en un principio, como el año de la acción climática, una especie de cruzada para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. El Acuerdo de París es la decisión tomada en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático: en este documento, se establecen medidas para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como la elevación de temperatura global promedio. El Acuerdo de París debía de comenzar a cumplirse en el 2020, cuando concluyó la vigencia del Protocolo de Kioto.

Las heladas en España son producto del cambio climático

En el 2020, los países firmantes del Acuerdo de París debían de presentar medidas y planes antes de la COP26 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2020). Sin embargo, debido a la crisis por el coronavirus, la COP26 fue pospuesta. Aunque los Estados que firmaron el Acuerdo de París no pudieron presentar sus planes de acción, el coronavirus entró en acción; la pandemia alteró, no solo la sociedad en que vivimos, sino el mundo entero.

La respuesta del planeta ante el coronavirus

Según un estudio presentado por las Naciones Unidas, el confinamiento mundial generó una leve caída de las emisiones globales de dióxido de carbono. Pero esto no ha sido suficiente, pues el planeta sigue en camino de aumentar la temperatura global 3 grados centígrados más. ¿Y qué es lo que hay que hacer para desacelerar el cambio climático? No es demasiado tarde para cambiar el aumento de la temperatura, basta con tomar acciones rápidas y fuertes para comenzar a cubrir con lo estipulado en el Acuerdo de París.

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El confinamiento paralizó la economía de todos los países, pero también significó pequeños, pero considerables, cambios para el planeta. En las noticias nos encontramos con agradables sorpresas durante el tiempo que duró el encierro. Por ejemplo, en Venecia, el agua de los canales se volvió cristalina y no faltaron los vídeos de animales, como ciervos o jabalíes que paseaban por las calles de algunas ciudades.

El por qué de las heladas en España

A todos nos sorprendió que la nieve cayera en Madrid. Año con año, el norte de la comunidad se tiñe de blanco y, en el centro de la ciudad, apenas si los coches se cubrían con una fina capa de hielo. Era bastante difícil que la nieve «cuajara» de verdad en sitios tan emblemáticos de la ciudad como la Puerta de Sol. Para esquiar había que irse a Navacerrada. Pero el 2021 ha sorprendido a los madrileños. Y a media España, que se ha teñido de blanco; a excepción, por supuesto de algunos lugares con costa.

Después del impacto de la nevada Filomena, las heladas en España continuaron con una ola de frío extremo. Pero, ¿Cómo es posible que el frío con el cambio climático actuando a toda velocidad? ¿No iba el confinamiento a detener el cambio? Aunque el coronavirus continúa avanzando de forma frenética por el mundo, a nosotros no nos han vuelto a confinar. Para que hubiera un cambio significativo en la ecología, tendrían que confinarnos durante al menos 1 año. Y no solo a España, a todos los países. Esto, sin duda alguna, resulta inviable para la economía mundial.

Madrid también se vio afectada por las heladas en nuestro país

A pesar del coronavirus, el calentamiento global sigue su curso. Los polos se están descongelando por lo que el agua dulce se mezcla con el agua salada, ocasionando el cambio de las corrientes marinas y desequilibrando al planeta. Uno de estos desequilibrios son, precisamente, las masas de aire frío y borrascas que han estado presentes en España en lo que va del año. Claro ejemplo es la borrasca subtropical Filomena.

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Una de las causas directas de las intensas heladas en España en los meses de invierno y calor extremo en verano, se debe a las corrientes en chorro. Cuando estas corrientes se debilitan, serpentean y pueden quedarse estacionarias provocando fenómenos extremos en los lugares sobre los que se encuentran. El causante de que estas corrientes se debiliten es el aumento de la temperatura del planeta; algo que, volviendo al principio de este artículo, intenta frenar el Acuerdo de París.

El confinamiento no ha sido factor determinante para que las heladas azotaran a nuestro país y buena parte del continente europeo. Todo es producto del cambio climático, del aumento de la temperatura planetaria, del deshielo de los polos a causa de esta elevación de la temperatura. De lo que sí estamos seguros es que el confinamiento frenó, en cantidades mínimas, la contaminación irreversible de la Tierra. ¿Necesitamos otra cuarentena para parar el cambio climático y, por consiguiente, reducir los duros inviernos y los cálidos veranos?

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