¿Qué es una supernova y qué peligro tienen para nosotros?

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A día de hoy, el universo y todos sus componentes siguen siendo un misterio incluso para los científicos. Los astrónomos, con el fin de descubrir su funcionamiento y todos los sucesos que tienen lugar en él, se encargan de estudiar el espacio, los satélites, los cometas o las estrellas, entre otros cuerpos. Con el fin de que tú también conozcas mejor todo aquello que te rodea, en este artículo te vamos a explicar qué es una supernova.

¿Qué es una supernova?

Para todos los que se preguntan qué es una supernova, cabe decir que los elementos que se encuentran en el universo también mueren. Es en este punto donde comienza la definición de este concepto. Una supernova es la muerte de una estrella cuya masa es, por lo menos, ocho veces mayor a la del sol. De esta forma, cuando llega el final de este astro, se producen estallidos que lanzan en todas las direcciones la materia de la que estaba compuesto.

Una duda que ha tenido siempre lugar entre los científicos es la razón por la que las estrellas explotan de esta manera cuando ya están moribundas. Hasta ahora, se ha sabido que un astro explota cuando el combustible que genera energía en el núcleo de la estrella se acaba. Este hecho se debe a que la presión de la radiación que está evitando de forma continua el colapso de la estrella se termina y, por ello, esta cede a la gravedad. Cuando todo lo anterior ocurre, tienen lugar residuos estelares, los cuales, no son estables a los efectos de la gravedad.

¿Cómo se forma una supernova?

Los científicos, tras observar el choque de unas estrellas contra otras en sus primeros momentos de vida, han podido avanzar en la comprensión de cómo se forma una supernova. Esto se debe a que han visto cómo este proceso apoya una de sus teorías.

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Esta se basa en los sistemas binarios de estrellas. Se trata de un proceso violento que tiene lugar cuando una enana blanca recibe masa de su compañera. La masa debe ayudar a cruzar el límite de Chandrasekhar. Esta situación genera una comprensión interna que dispara las reacciones termonucleares y hace estallar la enana blanca. A su vez, se lleva por delante a su «hermana».

Tipos de supernovas

Actualmente, los investigadores aseguran que existen dos tipos de supernovas. Por un lado, las que se forman con una masa de 10 veces la del Sol y, por otro, las que son menos masivas. Las primeras son las que dan lugar a supernovas mucho más grandes cuando fallecen. De este modo, son capaces de producir un residuo estelar tras la explosión que se trataría o bien de una estrella de neutrones o bien de un agujero negro.

Si miramos hacia atrás, descubriremos que la primera supernova vista en 400 años, la llamada 1987a, se pudo observar, como su nombre indica, en 1987. Fue en la Nube Mayor de Magallanes.

Temperatura de las supernovas

La explosión de una supernova generada por el agotamiento de combustible en su núcleo genera el cese de su gravedad y la irradiación de los residuos estelares compuestos por elementos pesados, polvo y gas. Su temperatura depende tanto de su masa como de la energía de su núcleo. Por ejemplo, una supernova tipo II típica puede llegar a los cien mil millones de grados centígrados. Es más, cuando colapsa su núcleo puede alcanzar incluso los tres mil millones de grados.

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Un dato sorprendente es que la supernova 1987A llegó a los 48 mil millones de grados centígrados y fue el objeto más caliente medido en el universo.

¿Cómo podemos identificar una supernova desde la Tierra?

Kepler fue testigo de una supernova en el cielo en el año 1604. A día de hoy, lo tenemos mucho más fácil gracias a las nuevas tecnologías y a las herramientas con la que los científicos trabajan. Tanto es así, que las explosiones se pueden observar incluso fuera de la Vía Láctea.

Existen explosiones históricas que se pudieron llegar a observar desde la Tierra. Entre ellas se encuentran la SN 1006, la SN1572 (supernova de Tycho) y la SN 1604 (supernova de Kepler). Aparecieron como nuevos objetos de apariencia estelar. Estos aumentaron mucho su brillo hasta hacerse unos de los objetos más brillante del firmamento, a excepción del Sol y de la Luna llena. En particular, la supernova de Kepler se observó también más brillante que los planetas del sistema solar, entre los que se encuentran Júpiter y Marte, aunque, eso sí, menos que Venus.

¿Cómo puede afectarnos la aparición de una supernova?

Algunos investigadores han afirmado que si una supernova tuviera lugar lo suficientemente cerca de nosotros (a menos de 30 años luz), algunos residuos radiactivos podrían dañarnos y afectarían a los sedimentos oceánicos.

Asimismo, podría provocar daños en la vista de personas y de los animales; ocasionaría problemas en el ozono permitiendo a la luz ultravioleta entrar en la Tierra de una forma más sencilla; y, además, existiría la posibilidad de que provocase una escasez de nitrógeno.

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